domingo, 4 de abril de 2010

El Virreinato del Perú

El Virreinato del Perú fue una entidad territorial, integrante del Imperio español, establecida por la Corona española durante su periodo de dominio americano. Fue creado por el rey Carlos I, por medio de la Real cédula firmada en Barcelona el 20 de noviembre de 1542, tras la Conquista del Perú, realizada por las tropas de Francisco Pizarro, tomándose como base a los territorios de las gobernaciones de Nueva Castilla y de Nueva Toledo.



El Virreinato del Perú comprendió, en el momento de su mayor extensión, gran parte de Sudamérica y parte de Centroamérica, bajo diversas formas de control o supervigilancia de sus autoridades; sin embargo, a lo largo del siglo XVIII, y hasta la independencia de esas zonas respecto del poder español, correspondió efectivamente a lo que hoy en día es la República del Perú, de Chile y Bolivia. .



A principios del siglo XIX, el virreinato del Perú, se ha denominado la posesión más importante de la Corona española4 al tratarse de una de sus más importantes fuentes de riqueza. El virreinato peruano durante el proceso de independencia hispanoamericana se convirtió en el último bastión y centro contrarevolucionario en América del Sur, obligando a José de San Martín a abandonar su empresa emancipadora tras establecer la República del Perú, hasta que bajo la división partidista, y sin auxilios de España, el virreinato sucumbió finalmente en las campañas decisivas de Simón Bolívar.



En lo militar el virreinato del Perú financió y apoyó militarmente, por medio del real situado y el envio de soldados y provisiones desde el Perú, las campañas contra los mapuches en la Guerra de Arauco que se extendió por todo el período colonial, solamente en el año 1662 fueron enviados 950 soldados y 300.000 pesos para los gastos de guerra,5 de igual manera del virreinato peruano partían las directivas generales para la conducción de la campaña como fue la que envio el virrey Príncipe de Esquilache ordenando una guerra defensiva contra los indios y la prohibición del servicio personal de éstos.6 La fortificación del puerto del Callao y la manutención de una fuerza naval para defender las colonias próximas de incursiones de corsarios y piratas fue también responsabilidad de los sucesivos virreyes del Perú.

El virrey

Era el representante personal del Rey de España en el virreinato: su “álter ego”, es decir, “su otro yo”. Como suprema autoridad del virreinato fue el encargado de impartir justicia, administrar el tesoro público y velar por la evangelización de los indígenas. El virrey era nombrado por el rey a propuesta del Consejo de Indias, aunque muchas veces fue el mismo rey quien se encargaba de revisar los nombres de los posibles virreyes. El virrey del Perú residía en la ciudad de Lima, en el suntuoso palacio de los virreyes, rodeado de una brillante corte, en medio de gran lujo y riquezas y resguardado por una guardia de honor. Durante la existencia del Virreinato del Perú gobernaron 40 virreyes.

Las Audiencias
Las audiencias tenían como función principal la administración de justicia, en calidad de segunda instancia en los juicios o procedimientos judiciales, a nivel de cortes superiores. Asimismo, ejercían funciones políticas, es decir, facultades propiamente de gobierno, pues la Audiencia actuaba como asesor del virrey, por lo que muchas veces absolvió las consultas formuladas por el virrey. De igual manera, fue la encargada de tomar las riendas del virreinato cuando el virrey se encontraba enfermo o moría repentinamente. Según su categoría, las audiencias eran de dos clases: Audiencias Virreinales, de mayor rango, presididas por el virrey, tal fueron los casos de la audiencia de Lima y México, que tenían bajo su autoridad a las otras audiencias del mismo virreinato, denominadas Audiencias Subordinadas.

Los Corregimientos.
Los corregimientos fueron divisiones administrativas y territoriales de la corona española en el Perú. En 1569 el gobernador y capitán general (no era virrey) Lope García de Castro creó los corregimientos de indios subordinados a los corregimientos de españoles. Los corregimientos fueron gobernados por un alto funcionario nombrado, mayormente, por el Consejo de Indias, denominado corregidor. Los corregimientos tenían facultades políticas (conservaban el orden y la buena marcha del corregimiento), administrativas (cobraban el tributo de los habitantes que vivían en la jurisdicción) y judiciales (hacían cumplir las leyes y resolvían los pleitos surgidos entre los indígenas).

Los cabildos.
Denominados también, ayuntamiento, municipalidad o consejo municipal, fue una institución de origen español que se trasplantó a América. El cabildo tenía múltiples atribuciones administrativas. Entre ellas les correspondía administrar arbitrios, presidir espectáculos públicos, organizar fiestas pomposas al llegar los nuevos virreyes, vigilar el aseo de la ciudad, inspeccionar las calles y organizar la baja policía. Se distinguen tres tipos de cabildo: correspondiente a las villas y lugares, las ciudades diocesanas y las ciudades metropolitanas.